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Foto del escritorGala Sánchez Marcote

¿Entretenimiento o consumo masivo en las redes sociales?

Más del 60% de adolescentes y jóvenes compran productos que han visto compartidos en redes sociales.


Muchas veces, los profesionales, advertimos y volvemos a advertir de la importancia de un buen uso de los dispositivos electrónicos. Estos cada vez se usan desde edades más tempranas, no es nada nuevo, y en ocasiones, nos quedamos con los “daños” superfluos que pueden conllevar: problemas con la vista, falta de dedicación a otras actividades importantes, clima familiar afectado… Pero, adentrándonos menos en la forma y más en el contenido, ¿qué ven en las redes sociales y por qué es necesaria una educación antes de utilizarlas?


Según datos del informe Tiktok Marketing Science Global Time Well Spent, el 91% de los usuarios realiza alguna acción después de visualizar un contenido en la plataforma de Tiktok, y anuncian que la posibilidad de que el usuario realice una compra relacionada con dicho contenido es SEIS VECES MAYOR que en cualquier otro medio o aplicación. Si buscamos titulares sobre esta red social, cada vez encontraremos más información que avalan estos llamativos datos. “La Comunidad de Tiktok es perfecta para el Performance Marketing” anuncia Marketing4 Eccomerce, “Las marcas miran a Tiktok”, “el contenido de la plataforma inspiró al 67% de los usuarios a hacer una compra, aunque no tenían intención” anuncia orgulloso el periódico El País, “Tiktok, el aliado perfecto de las marcas para la vuelta al cole” celebra la propia plataforma.


Pero ¿a qué usuarios miran las marcas? Volvemos a las estadísticas para conocerlo, basándonos, por supuesto, en que la edad mínima para tener dicha red social es de 13 años (supuestamente). Los datos sitúan a más del 40% de los usuarios con una edad comprendida entre los 13 y los 23 años (Marketing4 Eccomerce). Muy buena cifra para la red social, teniendo en cuenta que en España tienen ya 18,8 millones de clientes en total.

Esto nos demuestra que nuestros adolescentes dejan de serlo para convertirse en potenciales clientes, en los consumidores perfectos de muchas marcas de ropa, complementos, utensilios varios que de repente se vuelven útiles, videojuegos e incluso, material escolar.

Y es, en este momento, donde los padres y profesionales de la infancia y la adolescencia tenemos que aunar fuerzas, hablar con ellos sobre el uso de las redes sociales, desde un punto de vista comprensivo, explicarles cómo ellos mismos van a ser el producto de muchas marcas, ayudarles a establecerse límites de compras o gestionarse económicamente si tienen paga o dinero ahorrado, enseñarles a discernir entre necesario, urgente o “capricho” y que en común se llegue a un límite de tiempo de uso en esa red social pueden ser algunas herramientas que ayuden al adolescente a disfrutar del contenido sin colgar el cartel de “en venta”.


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